La importancia subestimada de la exfoliación

En este breve artículo nos gustaría ir al fondo de la cuestión y aclarar por fin por qué la acción exfoliante debe convertirse en una rutina.

Empezaremos con las cuestiones básicas

¿Qué sucede con las células muertas? Las células muertas forman una capa delgada sobre la piel, impidiendo que ésta respire y dificultando la regeneración. La piel está compuesta por tres capas: dermis, epidermis y stratum corneum.

El proceso de renovación celular comienza desde dentro. La dermis se va deslizando hacia el exterior, llegando hasta la superficie. Se convierte en epidermis y de este modo se produce la regeneración. El estrato córneo es la capa más externa y tiene dos partes. La parte exterior se compone de elementos celulares muertos y sin núcleo, es plano y tiene un porcentaje muy pequeño de agua. Las células muertas se eliminan de esta capa externa de manera natural.

Entonces si las células muertas se eliminan de manera natural ¿por qué hay que exfoliar?

Hay varios motivos, principalmente relacionados con nuestro entorno y estilo de vida. La contaminación, las diferentes influencias ambientales, los cambios hormonales y la alimentación afectan al metabolismo celular. También el uso de cremas hidratantes puede tener un efecto nocivo en la renovación celular.

Todos estos factores nos hacen conscientes de la importancia de efectuar un peeling para dejar nuevo espacio a las células nuevas. Además de estimular la circulación y favorecer la producción de colágeno, es el mejor arma para evitar la aparición temprana de arrugas. Otro problema al que se enfrentan muchas mujeres son los vellos enquistados. La exfoliación regular favorece que el vello crezca sin impedimentos.

Otro problema es la piel escamosa, que además de antiestética es incómoda. Es el resultado de células que se han acumulado con la grasa de la piel y la queratina. La piel escamosa forma una especie de capa, difícil de penetrar, que impide que hasta las mejores cremas sean eficaces. Además favorecen la formación de hongos e infecciones cutáneas.

Con la llegada del verano, soñamos con el bronceado perfecto. Muchas personas sufren con puntos o manchas irregulares, que son consecuencia del mecanismo de intercambio celular antes mencionado. Las células muertas no se eliminan correctamente, por lo que es necesario exfoliar la piel para contrarrestar este problema.

Resumiendo, puede afirmarse que además del aspecto estético, lo importante es que esté sana y cumpla con sus funciones, como es la protección contra las influencias externas, el sol y las infecciones.

No se recomienda exfoliar la piel a diario ya que esto provocaría deshidratación y sequedad en la piel. Puedes exfoliarte de una a tres veces a la semana para no perturbar el equilibrio lipídico de la piel y sobre todo, hacerlo con exfoliantes naturales.

Es importante entender la función principal de la exfoliación, a menudo subestimada y que aporta resultados como una tez radiante y una piel sana, además de una piel rejuvenecida.

Una maravillosa combinación que nos gustaría presentarte son los sets exfoliantes suaves. Se trata de un set de la mascarilla de Domus Olea con la esponja natural de Cose della Natura. Un producto fantástico con doble efecto. La mascarilla tiene un efecto exfoliante con los gránulos de albaricoque y además tiene un efecto hidratante y antioxidante ideal para pieles maduras. Por su formulación resulta adecuado en el rostro, escote, pies, rodillas y codos.

Para el rostro te recomendamos las esponja de seda blanqueada, con la que conseguirás un efecto fantástico. Es muy blanda además de hipoalergénica y te ayuda a eliminar las células muertas de la piel.

Para el cuerpo, la esponja Honeycomb suaviza tu piel, dejándola suave brillante y preparada para el verano.

No olvides hidratar tu piel adecuadamente para contrarrestar el efecto deshidratante que pueda ocasionar el agua.