Piel sana incluso en los inviernos más fríos

Piel sana incluso en los inviernos más fríos

¿Sabías que nuestra piel produce alrededor de un 10% menos de lípidos por cada grado Celsius que baja? En invierno, cuando las temperaturas suelen estar muy por debajo del punto de congelación, todos los tipos de piel se vuelven naturalmente más secos, ya que la humedad del aire es generalmente mucho más baja que en verano.

Pero este no es el único ataque a nuestra piel. Los calefactores secan aún más el aire en habitaciones que, en general, están mal ventiladas y, por tanto, añaden efectos negativos en nuestra piel. A menudo sucede que la piel está tirante, irritada y necesita cuidados especiales.

A continuación, presentamos algunas formas suaves de contrarrestar eficazmente el frío del invierno y recuperar la salud de su piel la próxima primavera, independientemente del tipo de piel.

Exfoliar sin irritar la piel.

Si nota piel escamosa en el invierno, sepa que no está solo. Mucha gente la padece en los meses fríos. Por lo tanto, usar un exfoliante puede ser motivo de preocupación, pero no hay razón para discutir, ya que no todos los exfoliantes son iguales. Una exfoliación suave con gránulos esféricos limpiadores elimina las células muertas de la piel. Por lo tanto, la crema y el aceite de cuidado pueden penetrar mejor y más profundamente y desarrollar mejor su efecto.

Una gota de aceite

En invierno es buena idea aplicar un aceite facial para mantener la piel hidratada y protegerla del aire seco. Simplemente masajee suavemente 2-3 gotas del aceite de su elección sobre la piel limpia y ligeramente húmeda. Un aceite como suplemento de crema facial puede hacer maravillas.

Nutre la piel seca

Los labios o las manos agrietados son una dolencia común que se presenta en muchas personas durante el invierno. Para regenerarse, la piel seca necesita hidratación durante todo el día. Si bien los productos para el cuidado brindan hidratación a la piel desde el exterior, también es necesario reponerla desde el interior. Por tanto, conviene beber en abundancia incluso durante los meses más fríos. Son perfectos el agua, el té verde o los zumos de frutas sin azúcares añadidos. Evite el alcohol y el café, ya que tienen un efecto deshidratante.

Algunos alimentos también ayudan a mantener el equilibrio de la piel. Esto incluye todos aquellos que son ricos en ácidos grasos insaturados como frutos secos, semillas, salmón, etc. Además, un buen aporte de vitamina A es muy importante. Esta vitamina se encuentra principalmente en frutas y verduras de colores.

Reducir el tiempo de la ducha

Tan agradable como es cantar en la ducha y tomarse su tiempo, el agua caliente elimina rápidamente la preciosa humedad de la piel. El agua de la piel se evapora y elimina los preciosos aceites naturales que hacen que la piel sea flexible. Es recomendable ducharse hasta por 15 minutos y solo con agua tibia.

También recuerde usar solo jabones suaves, geles de ducha y compañía. En invierno, la piel ya está más tensa y no es necesario estimularla con soluciones de limpieza fuertes. Los mejores son los productos sin alcohol ni fragancias, pero que contienen sustancias para el cuidado de la piel.

Inmediatamente después de la ducha, también es una buena idea aplicar una crema a base de aceite para evitar que la piel se reseque. Los productos con aceite de aguacate y / o manteca de karité son ideales para esto.

La ropa adecuada

La piel seca sufre si entra en contacto con elementos que raspan y si no está protegida. En invierno debemos proteger nuestra piel del viento. Es mejor usar más capas para adaptarse a la temperatura tanto como sea posible. Tenga cuidado de no usar telas irritantes y ásperas. El algodón y la seda son los mejores tejidos para dejar respirar la piel. Además, recuerde lavar la ropa con detergentes suaves para evitar reacciones cutáneas no deseadas.

Con estos sencillos cambios en el cuidado de la piel adaptados al invierno, ¡una piel radiante y saludable en los meses más fríos no será mágica!