Tu piel dice mucho de ti

La piel, que es el órgano más grande y más visible de nuestro cuerpo, expresa todas nuestras características a través de signos que distinguen nuestra individualidad. Los signos de la edad, cicatrices, enrojecimiento, palidez... todos ellos revelan cómo somos, nuestras incertidumbres, fantasías y estados de ánimo.

Nuestra parte externa, por lo tanto, nos permite reconocernos y nos hace únicos. No olvidar también, de que nuestra piel desprende un olor característico dependiendo de nuestro estado de ánimo y está vinculado, gracias a la presencia visible de la inervación, la sexualidad. Por ello, se puede considerar que la piel es un órgano erógeno.

La piel se nutre de oxígeno y de nutrientes que llegan a la superficie a través de pequeños vasos sanguíneos arteriales y fluye a cientos de metros a través de las fibras nerviosas que entran en juego para hacernos sentir frío, calor, picor, dolor, cosquilleo, etc.

Cada día perdemos un gran número de células en la parte más externa de la epidermis, pero la capa más profunda de la piel trabaja constantemente para recomponer los miles de millones de células que se pierden. La piel, además, se compone de miles de millones de microorganismos (unos 10.000 por centímetro cuadrado) que nos defienden de las bacterias peligrosas y de melanina. La melanina puede incluso proteger la piel de los rayos peligrosos del sol. El bronceado no es más que la labor de promoción realizada por la melanina. Cuidado: la melanina de la piel puede no ser suficiente para la piel, y quemarse si se expone al sol.

El proceso de envejecimiento de nuestra piel, al igual que los demás órganos, se debe a la pérdida de la capacidad regeneración de los tejidos. Sin embargo, se puede reducir este proceso si adoptamos una serie de estrategias específicas.

A través de los años, el proceso de renovación celular se hace más lento, oxidándose los tejidos y disminuyendo el colágeno. Todo esto comienza al rededor de los treinta. El resultado más evidente de este proceso, son las arrugas. Aunque una vida desordenada, el exceso, la ansiedad, las preocupaciones y las enfermedades son también una causa de envejecimiento prematuro. Por ello, una vida equilibrada y serena es esencial para la salud de nuestra piel.

Afortunadamente, la naturaleza nos proporcionas remedios contra el envejecimiento prematuro. En nuestra página web, podrás encontrar muchos productos naturales diseñados para resolver todos los problemas de la piel.