Protección Solar & Cuidado para el Cabello

La mayoría de la gente espera y se alegra de que llegue el verano: ¡Por fin brilla el sol y hace calor!
El hecho de protegernos la piel lo hemos convertido ya en una rutina, pero ¿Qué pasa con el cabello? No debemos olvidarnos de que también necesita una protección especial.

¡Colores desteñidos, textura áspera y puntas abiertas! todo esto puede sucedernos si no le damos cuidados y atención especial a nuestro cabello. Se trata de una parte de nuestro cuerpo muy sensible y debemos protegerla del sol. A continuación te ofrecemos un par de consejos y trucos que puedes seguir acerca de este tema.

Normalmente no somos conscientes de los daños que ocasiona la exposición al sol en nuestro cabello porque esto no nos genera ningún tipo de dolor.

Una exposición prolongada puede llegar a destruir la capa de queratina y de este modo atacar los pigmentos de color y dañar la cutícula del cabello. Esto tiene como consecuencia un cabello seco y frágil en el que las puntas se abren. En la actualidad existen cantidad de productos que contrarrestan estos efectos nocivos. Existen productos con protección UV para utilizar durante la exposición solar y existen productos de cuidado para utilizar después de la exposición al sol.

Lo más importante es el protector solar durante el mediodía, entre las 11 y las 15. La protección más eficaz para el cabello también es la más banal: cubrirnos la cabeza. Tanto si usamos un sombrero, como una gorra o un pañuelo esto evitará la deshidratación, la insolación y las quemaduras.

Si tu cabello entra en contacto con el cloro o con el agua con sal del mar, debes lavarlo a continuación con agua limpia. La sal priva al cabello de la hidratación adecuada y de la capa natural de grasa. Además después de secarse, la sal forma pequeños cristales que actúan como diminutos cristales que pueden quemarlo. La radiación UV y el efecto del calor del sol se amplifican. Como consecuencia cabello quebradizo y seco, además de un cuero cabelludo irritado. También los residuos del cloro son perjudiciales para el cabello e irritan el cuero cabelludo.

Si te lavas el cabello con agua fría le aportarás más brillo y resistencia. Es importante utilizar un champú suave después de la exposición solar para eliminar la sal y el cloro y aportar hidratación al cabello.

Después del lavado lo mejor es que el cabello se seque al aire ya que si lo haces con un secador se deshidrata.

Una vez a la semana te aconsejamos que utilices una mascarilla para darle un toque de cuidado especial y más profundo.

Una dieta adecuada también tendrá un efecto positivo en tu cabello. Es importante consumir la cantidad adecuada de vitamina C, E y betacaroteno. Se trata de antioxidantes que eliminan los radicales libres que se forman por la radiación solar. El consumo regular de brócoli, espinacas, albaricoques, bayas y uvas es un buen comienzo.

A veces el hecho de tener que pasar por la peluquería no puede evitarse y es necesario sacrificar un centímetro, cortando las puntas abiertas para que no se hagan más grandes.

Un verdadero secreto es el aceite de coco . El aceite no tratado tiene ingredientes valiosos con un efecto nutritivo y regulador muy beneficioso para el cabello. Si lo utilizas puedes aportar a tu cabello brillo, frescura y volumen, además de revitalizarlo y reparar los daños. 
La correcta aplicación: lavar el cabello con un champú suave, enjuagarlo bien con agua limpia, secarlo con cuidado y peinarlo. Poner una pequeña cantidad de aceite de coco (dependiendo de la longitud del cabello) Aplicarla sobre el cuero cabelludo y masajear. Dejarlo actuar al menos durante 30 minutos o toda la noche envolviéndolo en una toalla y lavarlo a continuación. ¡Listo!